Lo compro, después no lo quiero

Lo compro, después no lo quiero

Conoces la sensación. Cuando lo viste en la tienda, era lo mejor del mundo. Pero cuando lo tienes en casa, resulta que no te aporta la felicidad anhelada. Poco después, quieres otro, más largo, mas corto, mas amarillo, más nuevo.

En realidad, ese objeto nunca tuvo la más mínima oportunidad de satisfacer tu deseo. Y somos puro deseo, porque vivimos en Maljut (hablo desde la Kábalah).

Sin embargo hay una industria que mueve millones de euros y dólares y que vive de la ilusión de crearte necesidades irreales. Veamos porqué. Y al final del artículo te contaré qué es lo que de verdad quieres llenar con esas compras y cómo mirarlo.

El consumismo es hijo del siglo XX. ahí inició y fué tomando dimensiones grandes, enormes, descomunales. En nuestro siglo está tan avanzado, que uno de los lemas de los publicistas es que «pueden venderle un peine a un calvo porque lo necesita aunque él no lo sabe».

¿Qué es lo que hace que compremos más de lo que necesitamos?

Lo compro, después no lo quiero.

Lo compro, después no lo quiero.

Estas son alguna de las razones por las que compramos cosas que no necesitamos:

  • La publicidad. Los estudios de márqueting le dicen a las empresas cómo convencernos de comprar. Investigan si venderán mejor con un anuncio en rojo o en verde, con la imagen a la izquierda o a la derecha. Y consiguen que creas necesarias compras que antes se consideraban de lujo.
  • Barato es igual a mala calidad. Antes los paraguas duraban toda la vida, ahora se rompen en seguida. Pasa lo mismo con toda la ropa, muebles, electrodomésticos, etcétera.
  • La baja autoestima nos hace más vulnerables a la publicidad. Las personas que sufren estados como depresión u obesidad son bombardeadas con publicidad de productos que les prometen ponerles a la altura de los demás.
  • Usar y tirar. Desechar objetos porqué deseamos los nuevos de este año perjudica nuestra economía y el medio ambiente.
  • La presión social. Para encajar en nuestro entorno, vestimos, comemos y nos movemos como los demás.
  • Deseo de ideales de belleza irreales. Los medios de comunicación proyectan ídolos imposibles de belleza, alegría o triunfo.
  • En resumen, el desconocimiento de nuestras propias necesidades reales.

Lo compro, después no lo quiero.
¿Crees que si te compras el traje, te sentirás como la modelo?

Lo compro, después no lo quiero.

Como puedes ver, esas compras no obedecen al auténtico deseo de tu mente y tu alma. Son solo impulsos provocados por empresas que se lucran manipulando tu voluntad.

Por lo tanto, puedes comprar todo lo que tu tarjeta llegue a soportar y seguirás sintiendo deseo de más.

¿Qué hacemos entonces con ese deseo? ¿Reprimirlo? No, entenderlo

Estas son algunos de los verdaderos anhelos de que de tu alma:

  • AMOR Para distraer esa necesidad, te venderán cine, novela, series, ropa, decoración, magdalenas, galletas. Nada de eso llenará el agujerito de tu corazón. Ya lo sabes ¿verdad? Empieza por quererte a ti mism@. Después, deja que fluya.
  • REALIZACIÓN PERSONAL Por suerte, no encuentro que el mercado se haya volcado en aprovecharse de esta necesidad. Más bien van a desviar tu atención a cualquier otra fantasía de colores y purpurina. Enfócate, tu centro está dentro de ti, ahí estas las respuestas.
  • FAMILIA Anclar a cada miembro de la familia en su lugar y dar honor a los ancestros es una necesidad real. Todos los «vintage», «pin-up» y todos los «días de la madre» o «días del padre» se nutren de culpas y nostalgias de familia.
  • COMPAÑEROS DE CAMINO. No es exáctamente lo mismo que «aceptación social». Eso si te lo venden. La ropa de moda, los bares de moda, tienes que ir a donde van todos y hacer lo que hacen todos. Pero ¿Es realmente en esa sociedad donde quieres encajar? Encontrar verdaderos compañeros de camino es genial, pero cuando les conozcas, seguro que verás que no visten a la moda y quizá no tienen televisión en casa.
  • SEGURIDAD La certeza es muy valiosa, saber que no nos equivocamos. Invocando ese principio nos venden todo tipo de productos de marcas muy publicitadas. Si es conocido, puedo equivocarme, pero solo igual que la mayoría. Si lo piensas bien, no sirve. La verdadera certeza viene siempre después de haber cometido errores. Son parte del camino. Después de cada fracaso, estás más cerca del triunfo.
  • APRENDIZAJE Esa es una intención de tu alma que seguro que tu yo consciente no comparte. Las situaciones más molestas, incluso duras están en tu vida para que aprendas algo. Huir, posponerlo, o permitir que otros peleen tus batallas, solo hará que esas situaciones se repitan una y otra vez. El mundo comercial únicamente te distraerá, te ayudará a evadirte temporalmente.
  • PODER PERSONAL. Todas las almas tienen esa inquietud en mayor o menor intensidad. ¿Crees que comprar una motocicleta, subirte a unos tacones o pagar un asesor de imagen aumentarán tu autoestima? Te darán un subidón, que por la ley del péndulo se convertirá en un bajón. Para vibrar tu poder personal hay que mirar tu sombra, perdonar, dejar marchar y luego poner a trabajar tus habilidades.

Lo compro, después no lo quiero.

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