CÓMO GANAR LA LOTERÍA Y NO MORIR EN EL INTENTO
«Una vidente me dijo que un día ganaré una lotería». Si tuviera una monedita por cada vez que lo he escuchado, sería rica como si me hubiera tocado la lotería.
¿Qué pasó en realidad? Yo estoy dispuesta a creer que la/el vidente hablaba con buena fe y convencido/a de que eso sucedería. Puede que malinterpretara cartas o se dejara llevar por una energía equivocada.
El consultante desea que una gran cantidad de riqueza llegue a su vida, preferiblemente sin ningún esfuerzo ni responsabilidad. La energía del deseo es muy curiosa. A menudo funciona perfectamente, aunque no como nosotros pensamos. Quizá funcionó la parte de liberarnos de esfuerzo y responsabilidad, pero no fuimos capaces de imaginar una cantidad de riqueza tan grande como una lotería. O fuimos más sabios de lo que parece y no cargamos a nuestra espalda todo lo que significa ese regalo envenenado.

Hay muchas clases de personas que ganan una lotería, pero básicamente se podría resumir en tres:
- Aquellos que saben atraer la abundancia a su vida. No es lo más común que le toque a una de estas personas. Tienen otras maneras de recibir riqueza, preferiblemente con merecimiento y valor añadido. Por ejemplo, algo que les trae dinero y reputación, o dinero y la satisfación de realizar su proyecto personal.
- Personas que necesitan esa experiencia para realizar un aprendizaje rápido. Suelen perder rápidamente todo lo que han ganado, amenudo son víctimas de estafas, sufren riñas familiares, adquieren malos hábitos como alcoholismo o drogadicciones, pierden amistades y acaban endeudados. Desafortunadamente, ésto si que es terriblemente común. Por eso decimos que queremos ganar la lotería pero no morir en el intento.
- Aquellos que, maliciosamente, son muy conscientes que es incorrecto recibir sin merecer y no les importa. Estan en el camino de la sombra. Sus vidas se rigen por el egoismo y dañan a otras personas sin sentise mal por ello. Espero que sean pocos.
Entonces, cuando imaginamos que recibimos un gran premio y se acaban nuestros problemas, ¿Qué es lo que realmente estamos vibrando?
Puede ser deseo de felicidad

La felicidad es un momento. Es genial pero no puede llenar una vida y no puedes querer atraparlo. Debes disfrutarlo y dejarlo marcharse.
Si dedicas un minuto a recordar situaciones en las que sentiste auténtica felicidad, seguramente encontrarás que tiene más que ver con entregarte a los demás que con atesorar riquezas.
Entonces ¿Cómo ganar la lotería y no morir en el intento?
El mayor secreto es el siguiente:
Debes estar dispuesto a hacerte cargo de esa fortuna.

Precisamente, requerirá merecimiento y esfuerzo. Y necesitas ser valiente y cuidadoso. Te acarreará mucho trabajo, deberás aprender un montón de temas que ahora desconoces. Atención:
- Hay que ser consciente de que todo lo que experimentamos en esta vida es para aprender. Somos almas en un recorrido de aprendizaje, así que ¿Qué vas a aprender con esta abundancia? Responsabilidad, sanación, libertad, creación, arte, salud…
- Tienes que tomar las riendas. No puedes dejar las decisiones en manos de otros. Es tu aventura. No contrates a otro para que la viva por tí.
- Deberás ser generoso. Es aconsejable hacer una donación de un 10% a una ONG. Cualquier asociación sin ánimo de lucro que trabaje para mejorar las cosas. Los multimillonarios hacen donaciones enormes todos los años.
- Deberás asegurarte de que las inversiones que hagas sean éticas. Los grandes negocios del mundo están destruyendo el medio ambiente y condenando a muchas personas a vivir sin seguridad social y en condiciones de vida indignas. Cuida de que tu proyecto sea diferente.
- Si no lo habías pensado antes, necesitarás tener muy claro cuál es tu propósito de vida, para realizarlo ahora que tienes recursos.
- Habrá momentos en los que desearás volver a tu vida anterior, sencilla, anónima donde tus decisiones no afectaban a cientos o miles de personas. Y tendrás que tener muy claros los motivos para seguir viviendo esa aventura.
¿Aún crees que eres la persona correcta para ganar una lotería? ¿Sí? Pues, deséalo, seriamente, con consciencia de todo lo que traerá. Ah, y compra algún boleto, eso también ayuda.
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